... la cabeza

Por una cabeza…….

Por una cabeza
todas las locuras,
su boca que besa
borra la tristeza,
calma la amargura………..

Vivir cada día, arrastrarse como mínimo a través de las horas… simplemente… eso ya tiene mérito.

No hace falta un día gris, ni lluvia, ni viento, ni lunes… los días más amargos son aquellos donde miras a tu alrededor y no encuentras nada que descuadre y aun así tu estado de ánimo se aplana… te sientes en mitad de la habitación como una muñeca torpe de porcelana que solo sirve para sentarla con el vestido estiradito alrededor de ella.

En esos días te gustaría merendar galletas con leche en una taza de Duraléx verde, o comer pan con chocolate en el patio, tener una que otra tirita en la rodilla con mecromina… el problema mas grave del día es que se te ha salido la cadena de la bicicleta o tu abuela no te deja salir a las 4 de la tarde porque “no se molesta en la hora de la siesta”…

Cuando has visto cosas que no querías, cuando te dañan, cuando tienes la mínima pero ruidosa sospecha de que una de las personas que más quieres te empuja hacia en medio de la absurda habitación para que te quedes sentada de muñeca de porcelana… la cabeza…

Por una cabeza…….

Por una cabeza
todas las locuras,
su boca que besa
borra la tristeza,
calma la amargura………..

Hay veces que ni “la cura-sana”, ni la mecromina, ni así fueran todos los remedios caseros de todas y cada una de las casas y tiempos en que los problemas se resolvían con un mañana será otro día, van a hacer que te olvides de lo que te acompaña todo el día como un zumbido de una cancioncilla malísima…

Aun así, efectivamente “mañana será otro día” y yo no me voy a quedar en mitad de la habitación plantada… Porque hay veces que se debería de ahogar el sonido en esta dimensión cuando oyes determinadas palabras que, en un principio ni procesas y pasados los días te angustian…

No sé en que momento empezamos a jodernos tanto.